En este escrito, el concepto "capital", es aplicado en su acepción más fundamental: el ser humano; primordial en cuanto componente esencial de la sociedad. Aclarado lo anterior, es necesario recordar que la educación es el proceso mediante el cual los seres humanos se capacitan, forman y desarrollan capacidades, haciéndolos más productivos, creativos, capaces para cambiar su entorno y, realizar cambios en la economía y la comunidad. Actualmente, hablar de educación y capital humano, es considerar un nuevo planteamiento denominado economía del conocimiento; es replantear no sólo el crecimiento económico, sino el desarrollo mismo de la sociedad sobre el fundamento básico de la educación. Así, según algunos autores, nos encontramos en los albores de una nueva era; la de las sociedades del conocimiento. En efecto, los cambios profundos que se han dado durante las últimas décadas, han originado una revolución industrial donde se incluyen las nuevas tecnologías y son principalmente intelectuales. Dicha revolución va acompañada de un nuevo avance en la internacionalización y ha planteado las bases de una economía del conocimiento donde el saber viene a desempeñar un papel clave en la actividad humana del desarrollo y las transformaciones sociales. Fenómenos como éste, nos obligan a tener que revisar y tener una nueva perspectiva, diferente, de cómo hasta hoy nos ha servido para decidir y pensar sobre todo lo que atañe al ámbito educativo, es decir; implementar las mejores estrategias para avanzar en los propósitos de mejoramiento en la calidad, eficiencia y equidad educativa. En este planteamiento de desarrollo educativo, es necesario recordar que no es lo mismo información que conocimiento, podríamos decir que la información sólo cobra sentido si propicia la creación de las sociedades del conocimiento, pero una sociedad denominada así, deberá de ser inclusiva, plural y fundamentalmente participativa; esto es, que su proceso de aprendizaje sepa integrar a todos los sectores sociales en vez de excluirlos. Estamos haciendo hincapié que desde el inicio de este siglo XXI, el conocimiento pueda ser el primer bien compartido de la humanidad, la palanca principal que se use, además de contra la ignorancia y los fanatismos, contra la carencia de los bienes materiales e intelectuales necesarios para una vida sana y feliz. Hay que destacar, que la combinación educación y capital humano, es la indispensable plataforma para el desarrollo de los pueblos, por ello, es imprescindible hacer vigente y efectivo el derecho a la educación, porque ser compartidos en el conocimiento, es asumir que este hecho nos conducirá a luchar eficazmente contra la pobreza, prevenir enfermedades, evitar pérdidas humanas ante las envestidas de la naturaleza y promover un desarrollo humano sostenible. Se trata que ahora tenemos a nuestro alcance, nuevos preceptos de desarrollo basados en la inteligencia, la capacidad de la ciencia y tecnología, esto es, nuevas formas para prevenir y resolver problemas, con la adición del intelecto y la expansión de las capacidades en prácticamente todos los sectores de la economía. Para los mexicanos, todo esto tendría que ir encaminado a fortalecer y desarrollar nuestro espíritu cívico a favor de una democracia prospectiva, que nos permita enfrentar con éxito los desafíos, en una sociedad de no pocos riesgos y de acuciosos cambios. |
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